Se eligió el Compás de Oro porque representa la perfección natural de la naturaleza. El propio premio y su logotipo se basan en un compás diseñado por Adalbert Groeninger en 1893 para hallar la Proporción Áurea en la naturaleza, en la que la pieza más pequeña de una línea se relaciona con la pieza más grande, al igual que la pieza más grande se relaciona con toda la línea, como se recuerda de las clases de geometría.
Desde el principio de los tiempos, los italianos han diseñado siluetas que han impresionado y conmocionado al resto del mundo: desde el Panteón en la época romana hasta los grandes pintores del Renacimiento, y desde los sopladores de vidrio venecianos hasta Bruno Sacco, que cambió la industria del automóvil cuando se sentó al final de la mesa alta del departamento de diseño de Mercedes en 1974. Así pues, para la asociación de tiendas La Rinascente y los arquitectos era obvio que el trazo del diseño italiano mantendría el tornillo en el agua, y que el trazo del diseño italiano seguiría inspirándose con su enfoque imaginativo.
La Rinascente acogió los premios durante diez años, hasta 1964, cuando la Associazione per il Disegno Industriale (ADI), una asociación de diseñadores industriales, tomó el relevo. Detrás de la ADI estaban, entre otros, los hermanos Castiglioni, a quienes en Lampmasteren conocemos especialmente por la gran colaboración de
Achille Castiglioni con
Flos. Desde su creación, el Compasso d'Oro se ha concedido a unos 300 diseños, y por eso no es un premio que cuelgue de los árboles.
Imagen: Museo del Diseño ADI de Milán con el compás de oro en la ventana de la derecha. Imagen de Delo 99, Creative Commons 4.0. Licencia